La filosofía (del griego: φιλοσοφία, philosophia, 'amor a la sabiduría') es el estudio sistematizado de cuestiones generales y fundamentales, como las relativas a la existencia, la razón, el conocimiento, los valores, la mente y el lenguaje. Algunas fuentes afirman que el término fue acuñado por Pitágoras (c. 570 - c. 495 a. C.), aunque algunos cuestionan esta teoría. Los métodos filosóficos incluyen el cuestionamiento, la discusión crítica, el argumento racional y la presentación sistemática.
Históricamente, la filosofía abarcaba todos los cuerpos de conocimiento y un practicante era conocido como filósofo. La "filosofía natural", que comenzó como una disciplina en la antigua India y la antigua Grecia, abarca la astronomía, la medicina y la física. Por ejemplo, los Principios matemáticos de la filosofía natural de Isaac Newton de 1687 se clasificaron más tarde como un libro de física. En el siglo XIX, el crecimiento de las modernas universidades de investigación llevó a la filosofía académica y otras disciplinas a profesionalizarse y especializarse. Desde entonces, diversas áreas de investigación que tradicionalmente formaban parte de la filosofía se han convertido en disciplinas académicas separadas, concretamente las ciencias sociales como la psicología, la sociología, la lingüística y la economía.
Hoy en día, los principales subcampos de la filosofía académica incluyen la metafísica, que se ocupa de la naturaleza fundamental de la existencia y la realidad; la epistemología, que estudia la naturaleza del conocimiento y la creencia; la ética, que se ocupa del valor moral; y la lógica, que estudia las reglas de inferencia que permiten derivar conclusiones a partir de premisas verdaderas. Otros subcampos notables incluyen la filosofía de la religión, la filosofía de la ciencia, la filosofía política, la estética, la filosofía del lenguaje y la filosofía de la mente.
DEFINICIONES
Existe un amplio acuerdo en que la filosofía (del griego antiguo φίλος, philos: "amor"; y σοφία, sophía: "sabiduría") se caracteriza por varios rasgos generales: es una forma de indagación racional, pretende ser sistemático, y tiende a reflexionar críticamente sobre sus propios métodos y presupuestos. Pero los enfoques que van más allá de caracterizaciones tan vagas para dar una definición más interesante o profunda suelen ser controvertidos. A menudo, solo son aceptados por teóricos que pertenecen a un determinado movimiento filosófico y son revisionistas en el sentido de que muchas supuestas partes de la filosofía no merecerían el título de "filosofía" si fueran ciertas. Antes de la era moderna, el término se usaba en un sentido muy amplio, que incluía las ciencias individuales, como la física o las matemáticas, como sus subdisciplinas, pero el uso contemporáneo es más limitado.
Algunos enfoques argumentan que hay un conjunto de características esenciales compartidas por todas las partes de la filosofía, mientras que otros solo ven semejanzas familiares más débiles o sostienen que es simplemente un término general vacío. Algunas definiciones caracterizan a la filosofía en relación con su método, como razonamiento puro. Otros se enfocan más en su tema, por ejemplo, como el estudio de los patrones más grandes del mundo como un todo o como el intento de responder a las grandes preguntas. Ambos enfoques tienen el problema de que suelen ser demasiado amplios, al incluir disciplinas no filosóficas, o demasiado estrechos, al excluir algunas subdisciplinas filosóficas. Muchas definiciones de filosofía enfatizan su íntima relación con la ciencia. En este sentido, la filosofía se entiende a veces como una ciencia propiamente dicha. Algunos enfoques naturalistas, por ejemplo, ven la filosofía como una ciencia empírica pero muy abstracta que se ocupa de patrones empíricos de muy amplio alcance en lugar de observaciones particulares. Algunos fenomenólogos, en cambio, caracterizan la filosofía como la ciencia de las esencias. Las definiciones basadas en la ciencia generalmente enfrentan el problema de explicar por qué la filosofía en su larga historia no ha logrado el tipo de progreso que se ve en otras ciencias. Este problema se evita considerando la filosofía como una ciencia inmadura o provisional cuyas subdisciplinas dejan de ser filosofía una vez que se han desarrollado por completo. En este sentido, la filosofía es la comadrona de las ciencias.
Otras definiciones se centran más en el contraste entre ciencia y filosofía. Un tema común entre muchas de estas definiciones es que la filosofía se ocupa del significado, la comprensión o la clarificación del lenguaje. Según un punto de vista, la filosofía es el análisis conceptual, que implica encontrar las condiciones necesarias y suficientes para la aplicación de los conceptos. Otro define la filosofía como una terapia lingüística que tiene como objetivo disipar los malentendidos a los que los humanos son susceptibles debido a la estructura confusa del lenguaje natural. Un enfoque más sostiene que la principal tarea de la filosofía es articular la comprensión preontológica del mundo, que actúa como condición de posibilidad de la experiencia.
Muchas otras definiciones de filosofía no caen claramente en ninguna de las categorías antes mencionadas. Un enfoque temprano que ya se encuentra en la filosofía griega y romana antigua es que la filosofía es la práctica espiritual de desarrollar la capacidad de razonamiento de uno. Esta práctica es una expresión del amor del filósofo por la sabiduría y tiene como objetivo mejorar el propio bienestar llevando una vida reflexiva. Un enfoque estrechamente relacionado identifica el desarrollo y la articulación de visiones del mundo como la tarea principal de la filosofía, es decir, expresar cómo las cosas a gran escala se relacionan entre sí y qué postura práctica debemos tomar hacia ellas. Otra definición caracteriza a la filosofía como pensar sobre el pensamiento para enfatizar su naturaleza reflexiva.